Poe escribió cuentos de distintos géneros, poesía, crítica literaria y ensayo, éste sobre los temas más variados, además de una novela larga. A lo largo de toda su vida también escribió numerosas cartas.
Influencias
La crítica suele coincidir al determinar las fuentes literarias de las cuales bebió este autor. En sus primeros cuentos sigue a Boccaccio y Chaucer.178 También se inspiró en toda la novela gótica inglesa: Horace Walpole, Ann Radcliffe, Matthew G. Lewis y Charles Maturin, entre otros.179
Conoció bien a los góticos alemanes (E.T.A. Hoffmann,180 el barón Friedrich de la Motte Fouqué, etc.).181 De su país, tuvo muy en cuenta a los pioneros Charles Brockden Brown182 183 y Washington Irving.179 Otros autores ingleses que admiró mucho: Daniel Defoe,184 Walter Scott, William Godwin y Edward Bulwer-Lytton.185 Poe se inspiró además en las a veces desaforadas historias que solían aparecer en la revista de Edimburgo Blackwood's Magazine, que el bostoniano llegó a satirizar en sus relatos más estrafalarios: "El aliento perdido", "Cómo escribir un artículo a la manera del Blackwood's", etc.186
En poesía, se dejó cautivar desde muy joven por Lord Byron.187 Dentro de este género apreció bastante la poesía nocturna francesa y germánica,188 así como a todos los románticos ingleses: Shelley, Keats, Wordsworth (al que, sin embargo, criticó su didactismo) y Coleridge.189 También valoró grandemente a Tennyson.190
Poe asimismo conocía bien el trabajo de los más importantes científicos: Laplace, Newton, Kepler, etc.191 Pero el autor que probablemente aparece más veces citado en sus obras es el filósofo inglés Joseph Glanvill.
Cuentos
Julio Cortázar ordena sus relatos de acuerdo con el "interés" de sus temas. «Sus mejores cuentos son los más imaginativos e intensos; los peores, aquellos donde la habilidad no alcanza a imponer un tema de por sí pobre o ajeno a la cuerda del autor».192 Al traducirlos, los agrupó en: 1. Cuentos de terror; 2. Sobrenaturales; 3. Metafísicos; 4. Analíticos; 5. De anticipación y retrospección; 6. De paisaje; y 7. Grotescos y satíricos.193 Destaca Cortázar lo expresado por Poe en una carta: «Al escribir estos cuentos uno por uno, a largos intervalos, mantuve siempre presente la unidad de un libro».194
Macabros
Los cuentos de terror o cuentos góticos constituyen su obra más conocida195 y propiamente genuina.196 Heredero directo de dicha corriente, según el estudioso Benjamin F. Fisher, Poe pretende, sin embargo, no tanto «helar la sangre» del lector («curdling the blood», expresión inglesa de la época) como compatibilizar lo gótico con la plausibilidad psicológica, logrando elevar el género a la categoría de gran arte.197 El bostoniano modifica el goticismo, además, restándole elementos sobrenaturales, como en su magistral relato "El gato negro", en que el desencadenante del horror final es un gato vivo. Lo que traza de algún modo Poe en sus principales relatos es una suerte de «geografía de la imaginación». Entre los herederos directos del goticismo poeano, añade Fisher, se encuentran Edith Wharton, William Faulkner, Flannery O'Connor, Hart Crane, Stephen King, y muchos otros.198
En cuanto a su calidad artística, el escritor y crítico irlandés Padraic Colum aseguró que relatos como "El barril de amontillado", "El pozo y el péndulo", "La caída de la casa Usher", "Ligeia", etc., se hallan entre «los mejores cuentos del mundo»,199 mientras que para el crítico y traductor español Mauro Armiño, «a casi ciento cincuenta años de distancia, siguen siendo las narraciones más sugestivas del siglo XIX».200 De Riquer y Valverde, en la misma línea, sostienen que «sus narraciones y algún poema suyo quedan entre los resultados universales de la literatura norteamericana de su tiempo».201
Daguerrotipo de Edgar Allan Poe (1848) tomado por W.S. Hartshorn.
El de terror fue un género que adoptó Poe para satisfacer los gustos del público de la época.202 Edmund Wilson subraya los contenidos oníricos y simbólicos en sus relatos,203 en tanto que Van Wyck Brooks se pregunta qué papel pudieron desempeñar en los mismos los extraños sueños y las terribles pesadillas que padeció desde su adolescencia. Según este crítico, «uno comparte más intensamente las pesadillas de Poe que vive las propias».204
A este respecto, el poeta Richard Wilbur manifestó que la grandeza de Poe proviene principalmente de su genio puramente literario, pero también de su maestría en la definición de los estados de ánimo, así como de las transiciones entre los mismos, y de sus posibles significados e implicaciones, todo lo cual logra encuadrarlo en estructuras oníricas.205
De Riquer y Valverde destacan en este tipo de historias la recreación de una «atmósfera de terror cerebral».206 Harry Levin, por su parte, vislumbra en relatos como "Manuscrito encontrado en una botella" y "Un descenso al Maelstrom" una «impaciencia por enfrentarse a lo desconocido» que «se aproxima hasta el propio borde del abismo, y aun más allá, hacia el país inexplorado de cuya frontera ningún viajero regresa, aunque le es dado enviar mensajes de desesperación, manuscritos embotellados, por decirlo así».207
En estos cuentos los temas más recurrentes tienen que ver con la muerte, incluyendo sus manifestaciones físicas, los efectos de la descomposición de los cadáveres ("La verdad sobre el caso del señor Valdemar"), temas también relacionados con el entierro prematuro ("El entierro prematuro"), la reanimación de cadáveres ("Conversación con una momia", "La caída de la casa Usher") y demás asuntos luctuosos.208 De esta manera, se ha señalado con frecuencia la obsesión entre necrofílica y sádica del autor, manifestada en distintos niveles y matices, según los relatos.209
Ya no se advirtieron más señales de vida en Valdemar y, opinando que había fallecido, lo confiamos al cuidado de los enfermeros. En ese momento observamos un intenso movimiento vibratorio en la lengua. El hecho continuó por espacio quizá de un minuto. Al terminar este periodo, brotó de las distendidas e inmóviles mandíbulas una voz, una voz que sería una locura intentar describir.
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